Los libros de cocina nos recomiendan añadir sal al agua antes de cocer la pasta o las patatas. ¿Cuál es la razón?
La razón más sencilla es que realza el sabor, al igual que ocurre con cualquier otro plato. Vale, pero la duda permanece: ¿cuándo debe añadirse?.
Algunos con conocimientos químicos objetarán: "al añadir sal se eleva el punto de ebullición y el agua salada cocerá antes los alimentos". (Aumento ebulloscópico de la temperatura a la que hierve una disolución)
Es cierto que al disolver sal u otra sustancia en agua hace que el agua hierva a una temperatura superior a los 100ºC. (También sucede lo contrario: añadimos sal a las carreteras antes de una nevada o anticongelante en el depósito de agua del coche para hacer que el agua congele por debajo de los 0ºC - descenso crioscópico del punto de fusión-.
Estoy encantada de calcular para vosotros: si disolvemos una cucharada de sal (20 g) en 2 litros de agua para cocer 500 g de pasta sólo se elevará el punto de ebullición unas ¡2 centésimas de grado centígrado!. Esto reduciría la temperatura de cocción en medio segundo, más o menos...
El hecho es que una vez que la pasta hierve en agua salada, carece de importancia el momento en que se introdujo la sal. La sal (NaCl) se disuelve fácilmente en agua caliente o templada, y si el agua está hirviendo y se añade la sal, el movimiento en la ebullición la disolvería inmediatamente.
Una vez que se ha disuelto, la sal no recuerda el momento o la temperatura a la que ha entrado en contacto con el agua (si eran 40º o 100º es irrelevante). Así pues: echad la sal cuando os plazca que no afecta a la pasta de ninguna manera. Dejadla hervir el tiempo necesario, según os guste al dente o blanda.
Eso si, si se os olvida la sal no la añadáis después de cocida la pasta, pues ya es demasiado tarde...
Otra recomendación, pero esta vez de cocinera: escurrid la pasta echándola en un colador de rejilla y no la paséis por agua fría, excepto si vais a preparar una ensalada de pasta. Condimentad enseguida con la salsa deseada y disfrutad: Buen provecho!
Por cierto, si queréis cocinar pasta podéis ir a mi blog de cocina y encontraréis muchas recetas:
Vaya, me dejas de piedra: siempre pensé que el momento de echar la sal en la pasta debía ser antes de comenzar a calentar el agua.
ResponderEliminarCon toda esta "ciencia" que tienes, sospecho que debes preparar la pasta con mucho "arte".
Normalmente, echamos la sal al principio, pero es para evitar el olvido...
ResponderEliminarAdemás, ¿quién se atrevería a probar el agua hirviendo para comprobar si está salada? jajaja :)